Esta vida
el momento inoportuno.
Este amor
tierra quemada.
Este destino
una desgracia imposible.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
domingo, 30 de junio de 2019
LXXIII
En mi casa -la de mi familia- había un pasillo. Del lado izquierdo una pequeña biblioteca de dónde saqué, algo así como a la edad de diez años, mi primer libro de poesía. Curiosamente la llave de luz del pasillo estaba al final, como si quien la hubiera puesto pensaría que los pasillos no conducen a un destino, sino que existen para permanecer extraviado. A la llave de luz la puso mi padre.
En ese pasillo siempre esperaba en el umbral de una puerta cerrada a mi madre.
Del libro que leí marqué dos poesias, o mejor dicho, las marcó la intriga. Una de ellas decía: "Como el mundo es redondo, el mundo rueda. Si mañana, rodando, este veneno envenena a su vez, ¿Por qué acusarme? ¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?".
En ese pasillo siempre esperaba en el umbral de una puerta cerrada a mi madre.
Del libro que leí marqué dos poesias, o mejor dicho, las marcó la intriga. Una de ellas decía: "Como el mundo es redondo, el mundo rueda. Si mañana, rodando, este veneno envenena a su vez, ¿Por qué acusarme? ¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?".
viernes, 28 de junio de 2019
martes, 2 de abril de 2019
LXXI
Yo, que fui nombrada por una boca incompleta
Que tiritaba de frío o de miedo,
De algún modo sé
Que soltó mi nombre en un balbuceo extraño
Como quien hecha de su entrada a un vagabundo
Nombre que aun escucho
Y no puedo descifrar.
LXX
¿Quién puso la palabra en la boca y en el llanto?
¿Quién habló en mi nacimiento?
¿Quién hace de mi cuerpo
el lugar donde se tumba la vida?
Ando así
buscando columnas en escombros
porque los pájaros ya no lanzan su canto hacia otros pájaros,
cantan porque no pueden dejar de cantar.
Y las palabras erráticas, de todos los que hablan
peregrinan en mi cuerpo
y sin áncora, se marchan como murmullos desertores
y por eso mismo,
por esa razón,
yo no duermo, me desplomo.
jueves, 31 de enero de 2019
LXVIII
Siempre ha sido mas fácil hablar de la tristeza y la noche. Pero, ¿y la tristeza y el día? ¿Alguien intentó alguna vez tragar de día lo que se masticó por la noche?
LXXVII
La noche y sus bordes empuñados de gritos
suena en el espesor de todas las cosas.
Todas las cosas tienen espesor
y cada espesor un reflejo
de esos reflejos que te devuelven roto.
suena en el espesor de todas las cosas.
Todas las cosas tienen espesor
y cada espesor un reflejo
de esos reflejos que te devuelven roto.
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