Brillar por ausencia
martes, 2 de abril de 2019
LXXI
Yo, que fui nombrada por una boca incompleta
Que tiritaba de frío o de miedo,
De algún modo sé
Que soltó mi nombre en un balbuceo extraño
Como quien hecha de su entrada a un vagabundo
Nombre que aun escucho
Y no puedo descifrar.
LXX
¿Quién puso la palabra en la boca y en el llanto?
¿Quién habló en mi nacimiento?
¿Quién hace de mi cuerpo
el lugar donde se tumba la vida?
Ando así
buscando columnas en escombros
porque los pájaros ya no lanzan su canto hacia otros pájaros,
cantan porque no pueden dejar de cantar.
Y las palabras erráticas, de todos los que hablan
peregrinan en mi cuerpo
y sin áncora, se marchan como murmullos desertores
y por eso mismo,
por esa razón,
yo no duermo, me desplomo.
Entradas más recientes
Entradas antiguas
Inicio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)