domingo, 11 de octubre de 2015

LXVIII

Te clausuraron las puertas
Las dos únicas puertas que se abrían
Solo para volver a entrar.
Y con el último ruido
Escuchaste eso que aún no sabías: “estás sola”

Conociste el miedo más grande,
El de ver uno mismo sus propios ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario